Motivación mediante golosina canina

Cuando se está adiestrando un perro se trata de conseguir ciertos objetivos. Para lograr este propósito con más facilidad y rapidez, y al mismo tiempo hacer el proceso de adiestramiento canino más agradable para el perro, frecuentemente se utilizan premios en forma de golosinas caninas. Muchos educadores aconsejan recompensar al perro mediante una golosina canina o premio cuando el perro haya conseguido realizar bien algún ejercicio. Una vez el perro cumple la orden a la perfección se va eliminando la golosina como premio y se premia mediante un alago o caricia.

  • Golosina canina como premio

El método de refuerzo positivo es muy recomendable a la hora de educar a los cachorros. También se suele usar mucho la golosina canina en adiestramiento de algunas razas con fama de “testaruda”. Para comenzar se usará el refuerzo positivo, es decir, se recompensará al perro mediante una golosina canina, acompañado de un “muy bien” o “buen perro” cuando el perro haya hecho lo solicitado. Paulatinamente se irá reduciendo el uso de golosina canina de premio, hasta recompensar al perro mediante una caricia o un alago tipo “buen perro” o “muy bien”. Se puede seguir dando alguna golosina canina al terminar la sesión, por ejemplo, o en el descanso. También es aconsejable del vez en cuando cambiar el tipo de golosina canina al perro. Si la golosina ofrecida gusta mucho al perro intentará cumplir las órdenes lo mejor posible porque eso supondrá mayor cantidad de premios de golosina canina. Es muy importante, la golosina canina sea de tamaño pequeño y fácilmente masticable, pues si se da una golosina canina demasiado grande o demasiado dura, cuando el perro haya acabado de comérsela ya se la habrá olvidado por qué fue premiado. La golosina ha de contener una pequeña fuente de energía pero tampoco puede ser una cantidad que desestabilice el aporte calórico recomendado diario al el perro.

  • Calidad de la golosina canina

A la hora de elegir una buena golosina canina es primordial, sea de muy buena calidad y hecha de ingredientes lo más natural posible, para no repercutir negativamente en la salud del perro. Según estudios realizados por escuelas de veterinarios, algunas golosinas caninas tienen un importante exceso calórico, aportando calorías de más al perro en su alimento diario o dieta. Otra conclusión de este estudio es que algunas de las marcas estudiadas, presentaban un tipo de golosina canina de entretenimiento con un alto índice bacteriológico, algo preocupante para la salud de perro. Por eso se recomienda leer detenidamente y entender los ingredientes componentes de golosina canina, que va a suministrar al perro y la importancia de ello para la salud y el bienestar de perro. Una golosina canina debe ser algo, que aparte de dar una satisfacción al perro, ayude a preservar su salud, sea nutritiva y digestible, por ello es determinante sea de calidad y lo más natural posible. Se aconseja consultar con el veterinario de confianza la marca, el tipo, la cantidad, clases y frecuencia de uso de la golosina canina en cada perro en concreto.

Una buena opción de golosina canina, y, por cierto, usada por muchos adiestradores, es la típica salchicha Frankfurt de supermercado. Esa golosina canina encanta a todos los perros sin excepción. Se corta en trocitos muy pequeños y se suministra al perro en momento de realizar correctamente lo solicitado.

  • Golosina canina casera

Otra de las alternativas de golosina canina son galletas caseras para perro. Preparar golosina canina en casa es una forma de controlar su calidad, ingredientes y además si el perro tiene algún tipo de alergia o intolerancia alimenticia, la posibilidad de prescindir de estos ingredientes. Para prevenir reacciones alérgicas, al introducir un nuevo ingrediente a la receta de golosina canina, es preferible hacerlo en cantidades pequeñas. Los ingredientes como el chocolate, las uvas pasas, la cebolla y el aguacate son para el perro, por lo que nunca se deben añadirse a las recetas de golosina canina. Además, existe la opinión de que la carne de cerdo cruda es tóxica para el perro. Ante la duda, consulte al veterinario de confianza o nutricionista canino, los ingredientes apropiados en cada caso. La golosina canina, al ser natural y no llevar conservantes, se conserva en el frigorífico en un tupper, bolsa de algodón o lata cerrada. En función de los ingredientes de la golosina canina puede conservarse así de dos o tres. Antes de suministrar golosina canina al perro, conviene sacarla de la nevera, con unos diez minutos de antelación. Hacer una gran cantidad de masa casera de golosina canina es un modo de tenerla siempre disponible: puede conservarse en el congelador, en bolsas separadas, igual que el resto de alimentos de la familia. En internet puede encontrar múltiples recetas, explicadas paso a paso, de preparación de golosina canina casera, e incluso existen libros de recetas de golosina canina casera. ¡Manos a la obra!

  • Elegir golosina canina adecuada

Golosina canina debe ser sana y equilibrada, pero sobre todo homologada en las tiendas especializadas, o en supermercados en la sección específica de perros. Las hay de varios tipos, colores, sabores y texturas. Algunas ayudan a combatir el sarro y la placa, previenen la caries, refrescan el aliento e incluso hasta a limpian a fondo la boca de perro (como un juguete dental). La elección de la golosina canina no debe depender de nuestro gusto en cuanto al color o la forma, sino del ejercicio que realice el perro, la edad, el tamaño, el peso. La mayoría de golosina canina están hechos de pollo o cordero deshidratados y tiene un bajo contenido calórico. Los envases deben especificar para cual etapa vital de perro son recomendables. La golosina canina de cachorro suele tener más calcio, porque cuando los perros en periodo de crecimiento necesitan un mayor aporte de calcio para fortalecimiento de los huesos.

  • Golosina canina no sustituye el pienso

Debe tener muy claro, que la golosina solo se usará como recompensa y no como sustitución del alimento principal. Además solo serán efectivos si administramos la golosina canina justo en el momento de realizar el perro la buena acción, una orden, un ejercicio o alguna cosa que le hayamos pedido. La consecuencia directa de un abuso de golosina canina o premios es la obesidad canina y problemas gastrointestinales. Todos los miembros de la familia deben actuar siguiendo las mismas normas de educación, porque si no lo hacemos confundiremos al perro. No sabrá ni entenderá lo que se pretende de él y por no se comportará como esperamos, habremos conseguido un perro confuso y desequilibrado.